¿Has oído hablar de las #cervezasperfectas?

Existe una cerveza perfecta para cada momento y cada persona.

El amplio abanico de variedades de cerveza ofrece multitud de matices y posibilidades para degustar con todo tipo de platos, por eso siempre decimos que esta bebida tiene mucho que aportar en cualquier momento gastronómico.
Sin embargo, no siempre se cuida su servicio como se merece. Por ejemplo, ¿sabías que la cerveza debe servirse en una copa de cristal fino?, ¿sabías que la copa debe estar fría pero nunca congelada porque apaga el sabor de la cerveza y afecta a la formación de la espuma?

¿Sabes reconocer cuando en un local de hostelería te sirven una cerveza perfecta?

Si todavía no sabes de qué hablamos, aquí tienes algunas pistas para aprender a reconocer las #cervezasperfectas.

1. El recipiente sí importa
El recipiente perfecto para servir una cerveza es el de cristal fino. Con el cristal se percibe mejor el color y el brillo de la cerveza y se suele huir de los recipientes de mayor grosor porque impiden apreciar cualquier bebida en su plenitud. En el caso de las copas, encontramos otra ventaja porque el agarre por la caña evita que la cerveza no gane temperatura y se caliente.

2. El servicio de la cerveza paso a paso
Los recipientes deben estar fríos pero nunca escarchados o congelados porque el frío excesivo modifica el sabor y aroma de la cerveza e impide la formación de la espuma.
Es aconsejable humedecer el recipiente para eliminar posibles restos de detergente o abrillantador y favorecer que la cerveza resbale por el interior evitando que el líquido explosione contra el cristal y pierda parte del carbónico.
Situar la copa o vaso bajo el caño con una inclinación de 45 grados para que la cerveza se bata suavemente con el fondo y permita la formación de espuma.
La cerveza debe resbalar por el interior del recipiente sin provocar espuma y cuando se haya llenado el vaso en sus ¾ partes se endereza hasta que se queden unos 2 centímetros para llegar al borde, entonces se corta el grifo.
Si se desea obtener una cerveza con espuma de aspecto compacto, este procedimiento se debe hacer en varios tirajes, dejando reposar el líquido entre ellos.

3. La cerveza, ¡bien fresquita!
En España solemos tomar la cerveza bien fresca. La temperatura de servicio recomendada puede oscilar entre los 5-10 grados, dependiendo del tipo de cerveza (más fría para las cervezas más ligeras y sin alcohol y más templada para las cervezas de mayor cuerpo).

4. Mejor con espuma
La espuma mantiene los aromas y el sabor de la cerveza y permite una liberación del carbónico más lenta. Se recomienda servir la cerveza siempre con espuma, preferiblemente de un mínimo de 1,5 centímetros de grosor.

En este vídeo podrás encontrar muchas #cervezasperfectas: