Cómo la lluvia puede ser nuestro mejor aliado para irnos de cañas

Nos sabemos si os habréis dado cuenta… pero últimamente parece que llueve por todas partes. La gente ha empezado a hacer comentarios sobre la lluvia, en las noticias aparecen vídeos sobre cómo llueve aquí, allí, en ese sitio al norte, en ese sitio al sur… en definitiva: ¡en todos lados! (Y ya tocaba.)

Aunque, esto nos viene muy bien, porque es un nuevo tema de conversación muy fácil de sacar. A más de uno hablar del tiempo le ha venido muy bien para romper el hielo. Porque hay veces que no sabes cómo empezar a charlar con alguien si no es con un “buff, qué calor hace hoy, ¿eh?” o “menudo aguacero ha caído. Aunque la verdad se agradece después de tanta sequía” y a partir de ahí enlazáis el tiempo con cualquier tema, desde un bar que conociste hace poco hasta los tipos de interés que acaba de establecer el Banco de Japón. Vale para todo. Gracias al tema del tiempo, y a la actual novedad, la lluvia, está en vuestra mano hacer de esos aburridos viajes en ascensor…

…algo memorable que será recordado el resto de vuestras vidas y que pasará a la historia.

Este truco del ascensor también os puede servir en los bares. Si no vas con amigos o familiares a un bar, puede parecer que en España es algo difícil hacer nuevos amigos en un bar. En cambio, cuando vemos películas o series de Estados Unidos siempre parece que es lo más fácil del mundo. Pero hay un tema común a todos ellos. Sus frases van sobre el tiempo (sobre todo frío glacial, vientos huracanados o inundaciones) o sobre lo duro que es vivir en ese “maldito pueblo desde que llegaron los osos”. Gracias a la lluvia podemos acercarnos a esos temas de conversación, aunque con la moderación de nuestro clima y entorno.

Seguramente muchas veces habéis pensado que una persona que está en el bar es vuestra media naranja, pero no sabéis cómo acercaros. Y un “Hola, ¿qué tal estás?” está abocado al fracaso más absoluto. Porque si responde con un “Bien, ¿y tú?” es un jaque mate a la conversación. Pero, si fuera del bar hay una ciclogénesis explosiva, ya tenéis tema de conversación. Podéis acercaros y decir “No te preocupes por la lluvia, tengo el barco amarrado en la puerta. ¿Quieres que te invite a una cerveza?”. A partir de ahí ya todo irá rodado y los temas de conversación saldrán sin parar.

La lluvia significa frío, humedad, mal tiempo, no poder sentarse en una terraza. Pero depende de vosotros darle la vuelta y convertir este evento en lo mejor que podía ocurrir:

Así que os invitamos a invocar a la lluvia. Esto no puede sino significar buenas conversaciones alrededor de una cerveza.